Decepcionado por el mal partido de los Three Lions, el aficionado encaró a David Beckham, que viajó al Mundial de Sudáfrica con la selección inglesa pese a estar lesionado, antes de ser detenido por el personal de seguridad.
El incidente tuvo lugar poco después de que los príncipes británicos William y Harry abandonaran el vestuario.
"Estoy seguro que la FIFA aceptará su responsabilidad por ello y tenemos que estar seguros de que no volverá a pasar", dijo el responsable de comunicación de la federación inglesa, Adrian Bevington, según la agencia DPA.
"No fue un error de nuestro personal de seguridad, ellos hicieron un trabajo excelente donde estuvieron", agregó.
Por su parte, David Beckham le restó importancia a su encontronazo, pero la FIFA indicó que aumentará la seguridad en los estadios del Mundial.
Beckham indicó que el fanático entró sin problemas, lo insultó y salió. No hubo altercado o agresión.
"La seguridad será aumentada para que esto nunca vuelva a pasar", indicó el vocero de la FIFA, Nicolas Maingot.
El príncipe Guillermo de Inglaterra, que junto a su hermano el príncipe Harry visitó el vestuario inglés al término del partido contra Argelia, comentó que el incidente del aficionado que se coló hasta allí, fue por su culpa: "Nos dejamos la puerta abierta".
"Creo que se ha sacado de quicio. El aficionado entró muy tranquilo, me dijo algo y se fue. No hubo tensión ni agresión alguna, en absoluto. No habló de la actuación del equipo, sólo dijo hola", declaró Beckham durante una recepción de la Federación Inglesa a la que asistieron los Príncipes.
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